junio 27, 2011

Explosión de vida...

La noche del pasado jueves 23 de junio, en la casa de "Las Jacarandas" recibimos 23 regalos envueltos en pétalos blancos.  Nuestro querido "Galán de Noche" abrió sus flores y tuvimos la suerte de presenciarlo.

Hay que decir que parece simple pero no creo que pueda habler simpleza en la explosión de una vida, por breve que sea...  Los "galanes de noche" nacen y casi en el instante empiezan a morir, pasadas unas 24 horas sólo son el recuerdo de aquellas flores hermosas y de fragancia tan deliciosa, pero yo creo que no mueren tristes sino con dignidad, como sólo mueren los seres que supieron vivir.

Esta noche me voy a la cama agradecida por la invitación a ver esa vida abriéndose al mundo y les quiero compartir, al menos en fotos el regalo de esta visión tan hermosa.

Con un especial saludo y agradecimiento al Robert, mi amigo del alma y amigo de "La casa de las Jacarandas" que regaló esta planta a Daniela en su cumpleaños.  Nos sigue alegrando tu regalo Robert, al igual que tu recuerdo y la ilusión de que el tiempo va a pasar rapidito hasta que un buen día volvamos a estar juntos festejando las cosas sencillas pero tan hermosas del existir.

¡Bien lindos los galanes!!   Gracias al universo que nos deja contemplar estos milagros de vida cada día y para el caso, de vez en vez, algunas noches.







junio 17, 2011

Para ese que no solamente me dio la vida...


¿Cuánto le cabe a una vida?
Tal vez tan sólo aquello que elegimos,
tal vez tan sólo eso que nos atrevemos a vivir...

Otro 17 de junio y en El salvador el día del padre.

En días como este la publicidad hace parecer que la tarea de ser padre es algo tan simple como engendrar seres y luego por ello decir que se es un padre...  Así son las falacias del comercio que nos quiere vender no sólo el regalo perfecto sino también la imagen distorsionada de qué y quién es un padre.

Tengo 37 años y puedo decir con mucho agradecimiento, con profunda convicción y sin temor a estar equivocada que tuve un padre y por eso hoy puedo celebrar con alegría y sin resentimientos.

Durante 35 tuve un padre que supo estar siempre presente, que me amó y al que amé en la profundidad que se aman los seres que se acercan, se conocen, conviven y crean los vínculos a los que no es posible renunciar voluntariamente, ni siquiera en las malas rachas y las crisis en que a veces nos coloca la existencia, porque han sido dibujados a pulso, en medio de las afectos, risas y  llantos de la cotidianeidad y de esa decisión más allá del "deber ser";  a veces se engendra y otras no, pero siempre sucede una cosa:  un adulto toma la decisión de quedarse cerquita de un niño o una niña y asumir el rol de padre en todas las dimensiones necesarias, pasa el tiempo y ese "estar presente con los dos pies puestos en el papel" permite entonces que exista un padre y un hijo o una hija...

Mi padre me conoció a las pocas horas de nacida y me amó aún sin haberme visto todavía... con el tiempo creo que juntos fuimos descubriendo las mejores maneras para acercarnos en cada una de las etapas en que a mí me tocó crecer hasta volverme la mujer que ahora soy y a él estar a mi lado acompañándome, dirigiéndome e intentando algo que no es tarea fácil para nadie, pero sobre todo para alguien que me llevaba 52 años por delante: entenderme.

Pasaron los años y visto desde donde ahora estoy, sé que de muchas maneras fue absolutamente posible que ese hombre de edad madura, con un carácter del demonio y un corazón capaz de amar hasta donde duele, se volviera "mi padre" y en consecuencia directa y lógica, por un golpe de suerte y un poquito de ese don que se llama correspondencia yo me convirtiera en su hija.  Sé que por 35 años fuimos dos... su abrazo me confortaba y sus palabras sabias de hombre maduro -que yo NO siempre lograba comprender- calaron un hueco profundo en mi ser, y hoy, cuando soy grande, me siento adulta y lista para asumir mis propios retos en la vida cobran fuerza y salen a luz como uno de esos regalos que se acondicionan adecuadamente según la necesidad...

Hoy es el día del padre y yo me niego a meterme en el melodrama romántico donde se nos hace pensar que para ser padre basta con engendrar, mi padre fue un padre que estuvo a la altura de esa palabra y por él, en su nombre y por su ejemplo, hoy digo que si hay algo que celebrar es a los seres que son capaces de asumir responsablemente su paternidad, con una responsabilidad que va más allá de aportar dinero y comprar regalos en las fechas especiales como los cumpleaños o la navidad.

Gracias al Dios de la vida por la bendición de haber contado con un padre como el mío.  Papi, vivís en mi corazón cada día, de cada mes, de cada año.  Hay días en los que tu recuerdo es un alegre compañero y otros en que tu ausencia toca las fibras profundas donde me duele mucho saber que la vida sigue pero no estás para compartir juntos las alegrías y las tristezas.

Sé que tu vida fue hermosa y que aprovechaste tus días haciendo de tu vida algo que valiera la pena.  Para mí, ese es mi reto: tomar la estafeta y vivir mi propia vida como un relevo digno de la tuya. 

Quiero contarte papi que sigo siendo bendecida con la presencia de muchos seres que llenan mi vida de luz, que no estoy sola, que no soy una mujer infeliz, siento que la vida es buena y hasta en las cosas más malas y dolorosas he sabido encontrar un hombro donde recostar mi  cabeza y una mano que me ayude a seguir adelante.  Intento cada día ponerme a la altura de todas las bendiciones que recibo y devolver un poco de todo lo que sin pedirlo se me ha concedido, vos que conociste mi mayores virtudes y mis peores y más feos defectos sabés que hay cosas que simplemente me cuestan demasiado, como ver una injusticia y no perder la cabeza al igual que enamorarme e intentar mantener la cordura; como sentir un llamado y no atenderlo, como dejar que me hagan daño sin responder.  Sabes también que he sido bendecida con la capacidad de amar y de saber estar al lado de la gente que amo, todavía no sé bien qué hay detrás del horizonte hacia donde se posa mi mirada, pero sigo caminando confiando mi vida al Dios Padre y Madre bajo cuya presencia ahora descansa tu alma y al que desde siempre confío mis pasos.

Papi: Podés seguir descansando, la madre está bien y junto a mis hermanos intentamos seguir siendo igual a cuando siendo 5, la vida nos invitó a vivir bajo el mismo techo y aprender allí, en esa convivencia diaria, a ser una familia que se ama.

Hoy es el día del padre y a tu salud brindo, en tu nombre celebro y por tu presencia en mi vida agradezco papi por haberte tenido como un padre que me dio los ejemplos por los cuales hoy no tengo miedo a la vida.

Un abrazo papi,
Con el amor de siempre,
Te ama para siempre,

La Mariíta... 

En memoria de mi papi, recordando aquellos días cuando sólo habían pasado 40 días con sus noches desde tu partida.





Nos enchufamos, gracias!


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