Dice la tradición cristiana que cuando María supo que su prima Isabel estaba embarazada se puso en camino para visitarla y su llegada fue de gran alegría y bendición para Isabel y su familia.
En octubre/07, estuvieron de visita por Centro América Annie y Felix, amigos alemanes que nos han dejado un montón de recuerdos hermosos y que pusieron un toque especial a los días en que pudimos disfrutar de su presencia. Pensando un poco en esos días, concluyo que recibir una visita en casa es algo parecido a repintar con colores fuertes encima de algo pintado con tonos suaves... es increíble todo lo que sucede, la monotonía se rompe con la presencia de los visitantes, la casa se llena de temas nuevos, nos levantamos tempranito, nos acostamos bien noche, paseamos por lugares a los que de otra manera no iriamos, en fin... como yo lo veo, recibir una visita en casa es un regalo invaluable.
El "Punto Corazón", organización a la que quiero mucho, ve en la visita a los amigos "un punto de partida" que hace posible la amistad y por eso sus misioneros (los amigos de los niños) cuando llegan a vivir a un lugar lo primero que hacen es ir de visita a la casa de los vecinos para que de esa forma empiece lo que luego se vuelve diría yo: un milagro. Sin embargo, hay que ver la cantidad de personas que no tienen a nadie que les visite nunca, nadie que cambie el color de sus vidas, nadie que les lleve la alegría de una presencia y les de la oportinidad de acoger desde las posibilidades de cada cual... Por eso, porque una visita es para mi un verdadero regalo del cielo, hoy quiero dar gracias por estos días, por la oportunidad de volver a ver a Annie, mi hemanita alemana que viajó a Perú para que yo pudiera conocerla y quererla (bueno, viajó para hacer su voluntariado pero yo pienso que en el fondo, el universo nos llevó a las dos para que nos pudieramos conocernos!) y que hoy, se dejó venir para ver aunque sea un trocito de esta Centro América de la que tanto le hablé cuando viviamos juntas. También quiero dar las gracias por Felix, quien vino con Annie porque quería hacer un viaje grande y que al preguntarle si el viaje estaba siendo lo que esperaba me respondió: "no, es mejor, creo que después de aqui mi vida va a cambiar para siempre".
Yo creo que cuando suceden los encuentros sinceros siempre hay algo que cambia, porque hemos renovado lazos, o como es el caso de Annie y Felix, han abierto el camino de nuevos amigos gracias a la generosidad de tantos corazones que sin dudarlo se abrieron a ellos y dieron así el toque mágico a cualquier viaje, el toque que hace que al pasar el tiempo y uno vea las fotos sean rostros y nombres concretos los que evoquen momentos inolvidables porque cada vez estoy más convencida de que lo hermoso no lo hace sólo un paisaje bello sino las personas con quiénes tenemos la fortuna de irnos encontrando por la vida.
Así, mientras escribo esto, vienen a mi mente algunos de los viajes que la vida me ha permitido realizar y aunque no he visto mucho, sé que la vida en su bondad me ha permitido ver sitios tan hermosos como aquel pico nevado que mide 6,000 msnm ardiendo con la puesta de sol en el norte de Perú, esos ríos que parten las montañas y caudalosos se abren paso por en medio de riscos de 4,000 metros de altura mientras se viaja en bus por la carretera panamericana en el sur del continente, paisjes de exhuberante vegetación como la de Centro América, o esas ciudades viejas y emblemáticas como las del llamado "viejo continente" en fin... todo todo eso y lo que tan sólo existe en un lugar de mis recuerdos no compite, no puede de ninguna manera ganarle a la cantidad de rostros con nombre que no sólo me despiertan la nostalgia sino que hacen vibrar mi corazón... y no necesito ver las fotos, su recuerdo está dentro de mi en el cajón de lo que no se puede olvidar nunca...
San Salvador, Xela, Guate, Tegus, Madrid, Sucre, Lima, Santa Cruz, La Paz, Esquipulas, Cajamarca, Huaraz... cuántos recuerdos, cuánta gente, cuántos nombres... por gracia de Dios: CUANTAS AMIGAS, CUANTOS AMIGOS!!!
Hoy quiero aprovechar para agradecer a mi familia y mis amigos por tantas atenciones para Annie y Felix, y especialmente quiero agradecer a "mis amigos los Ticos" quienes con una cadena de amistad que inició en Sucre (Bolivia) gacias a la maravilla del "e-mail" transformaron una línea de contactos en una verdadera red de bondad.
Gracias Kath por el enlace con la mejor gente con la que Annie y Felix podrían encontrarse en Costa Rica: tu familia, Johana, tu hada madrina en todas!!!! Víctor... en fin.
Gracias a Robert y SSSSSCharlie por los muebles para el cuarto, por la noche de las pupusas en casa de las Avendaño, por los paseos, por las risas.
Y a Robert especialmente, gracias por esa velada inolvidable en tu casa donde en medio de ese tiempo en el que tu papá se mudó al cielo nos diste permiso para estar a tu lado y brindar por la vida, la que fue y la que nos queda.
Gracias a Dios por la vida.... Gracias a la vida. Gracias.