Porque tenemos los ojos cegados
y los oídos taponados
por esos prejuicios que nos han sido transmitidos
desde tiempos sin historia
en un país donde la dignidad se vive “con demasiadas reservas”.
Un día hace unos 4 años un pensamiento se apoderó de mi mente con tanta fuerza que no me abandonó hasta que lo escribí: "la indiferencia es tan asesina como la mano que dispara un arma", nació a partir de él un homenaje póstumo a Cecilia, una chica que murió acribillada a balazos cerca de mi casa y cuya muerte cuestionó con fuerza mi responsabilidad particular con los muchos problemas de nuestra sociedad…
Definitivamente cada vez me convenzo más de que todo lo que atañe a los abusos de cualquier tipo contras las mujeres pasan primero por LA INDIFERENCIA CON QUE SE MINIMIZAN, SE MIRAN, SE TRATAN Y SE TAPAN.
Ejemplo claro el tema de las cachiporristas al que medio mundo se refiere como "un NO-PROBLEMA" en medio de cosas de mucha mayor importancia, de la misma manera se ha venido minorizando e invisibilizando el feminicidio, los golpes, las ofensas, la violencia de género, la violencia machista, los abusos de muchos tipos, en la escuela, la casa, el trabajo, la exclusión de la mujer en distintos espacios reservados solamente "para hombres", etc., etc., por considerárseles a menudo "cosas que pasan" no cosas que alguien hace; "cosas naturales" no algo antinatural; "cosas no tan importantes" o "fuera de nuestro interés" porque en fin "yo no lo hago".
Creo que por eso las feministas somos tachadas a menudo de locas, gritonas, raras e inconvenientes; porque nuestra voz les revienta los tímpanos a quiénes suponen que LOS PROBLEMAS QUE ATAÑEN A LA MUJER SON PROBLEMAS PARTICULARES O MENORES...
No importa si la mujer es vista como un objeto sexual, si es violentada hasta de manera “políticamente aceptada” como cuando se la invita a ser quien va a “traer el café” en una reunión de trabajo… Si un marido pega a su compañera oímos comentarios como "yo no sé cómo era ella pero hay algunas mujeres que sinceramente 'se merecen la verguiada'... ". Si una mujer es explotada en una maquila, la gente suele decir: "al menos tiene trabajo..." si una mujer es acosada por un profesor, un compañero, un jefe o en la calle, la primera pregunta es ¿y cómo se viste?, ¿y ella qué hizo?, ¿y no será que sin querer le provoca?
He leído y escuchado un montón de comentarios acerca de las cachiporristas, la mayoría de comentarios dicen: "Y qué importa, es su cuerpo, si a las cipotas les gusta ¿por qué se les va a negar el derecho a mostrarlo?, hay problemas más importantes en este país..."
Claro... ¿cómo cuáles? Me pregunto si ¿hay algo más importante que la dignidad? ¿Qué cosas son las que en realidad importan a las que se les esté ofreciendo una solución ahora mismo y con los cuales estamos involucradas e involucrados? Es que si nos ponemos a ubicar en una escala y a intentar decir qué es más importante sobre otra cosa entonces encontramos que tenemos una lista sin fin... es más importante para mí que el agua no se vuelva a meter en mi cuarto cuando llueve que los cientos de familia que ven en riesgo su vida en cada tormenta ¿o alguien corre primero a ver en qué ayuda en otro lugar si su propia casa se está inundando?, no si está claro que al intentar armar la escala de importancia incluso nuestras propias tragedias salen sobrando al lado de otras cosas que afectan a un conglomerado mayor al mismo tiempo…
Pero entonces, no nos debe importar mucho tampoco que una niña de 6 años haya sido violada y decapitada en un cantón de Lourdes el viernes pasado… total “era una sola” ¿no es así?; cuando en junio un bus fue quemado y en su interior 14 personas murieron calcinadas las voces de repudio fueron miles, ahora yo no escucho nada, ¿qué pasa, una vida vale menos que 14, es acaso el valor de la existencia un asunto de matemáticas?
Pues sinceramente creo que no, primero esta era una vida que era todo y lo único para esta niña, segundo, esto es un crimen tan horroroso e injusto como el bus, y tercero si la vida es todo lo que realmente tenemos que es irrecuperable pues vale una como lo valen millones.
Era una niña de 6 años y fue asesinada con barbarie, fue violada y su cuerpo ha ido siendo encontrado por pedazos… las voces contra este horrendo crimen no las he escuchado en todo este tiempo y entonces quiero preguntar a todas y todos quienes dicen que “hay temas más importantes” primero dónde están y segundo qué tiene que pasar para escuchar sus voz? Hablemos de temas importantes, ok., pero que alguien me diga si esto no lo es ¿qué cosas son las importantes entonces?
El punto pues, no se trata de si es más o menos importante, creo que este es un claro ejemplo de -como dice mi mamá- "confundir el cebo con la manteca", no es cosa de "hay asuntos más importantes" es cuestión de ver más allá, el abuso contra las estudiantes partiendo de venderles la idea de que "como tiene un cuerpo bien bonito, lo de ellas es ser cachiporrista y mostrarlo", de allí las redes de prostitución de menores que también engañan niñas, el turismo sexual-infantil, las violaciones a diario de niñas y niños que son vistos como objetos sexuales por proxenetas y mentes depravadas y las mismísimas cachiporristas que luego son acosadas y muchas de ellas abusadas, del mismo saco obtenemos la formación esa que repite como una gota que cae de un grifo arruinado: "hay que ser bonita -y ponerse en el escaparate- para que 1. te vean 2. “te quieran".
Lo que me pregunto es por qué razón toda la gente que opina que no hay porblema, no propone a la vez que también se implemente a "los cachiporristOS", muchachos con calzoncillo pegadito que no necesitaría una batuta para desfilar en vista de que la naturaleza les ha dotado de una personal a la que podrían mover de un lado a otro al ritmo de los tambores y las trompetas... creo que eso sería al menos equitativo, no tendría por qué ser un problema, siempre y cuando se busque a chicos guapos, con cuerpos bonitos y por supuesto, a los que se les enseñe desde bien chiquitos que "si tienen buen cuerpo hay que mostrarlo: 1. para que los vean y 2. “para que los quieran".
No pues… el problema no es la forma sino el fondo y mucho más aún el trasfondo.
El problema no es si una mujer quiere, debe o puede enseñar su cuerpo a su antojo, el problema es ¿por qué una mujer debe desfilar en calzones y no es la costumbre que los hombres también lo hagan? ¿Por qué una cosa es normal y la otra no?, el problema es además todo lo que alrededor de un desfile de cachiporristas se cocina y de manera personal pienso que también lo es el que estas cachiporristas sean menores de edad, a quienes primero les estamos ofreciendo una educación que les hace pensar que “como son bonitas deben mostrarse y dejarse mirar con ojos de perro en celo en un desfile”, y luego se les prohíbe por "ley" (no vamos a meter aquí a la moral) es que son leyes quienes les prohíben: “beber licores en un bar o en un concierto, entrar al cine a ver películas XXX, prostituirse en un lupanar o bailar en un nigth club en la barra y el tubo” pero luego de nuevo -con la típica doble moral de esta sociedad- les aplaudimos cuando desfilan mostrando los calzones en nombre de la patria, porque hacerlo mientras se mueve un palo a ritmo de los tambores y las tromperas conmemorando la libertad al parecer "hace la diferencia".
Entonces, este asunto de las cachiporristas, ¿es al final una cosa de libertad sin más, o nuevamente un tema de abuso naturalizado contra las mujeres en medio de una salsa espesa de la doble moral con que nos gusta primero ser todo lo indiferentes que nos sea posible y luego darnos golpes de pecho a quienes formamos esta sociedad?.
Por supuesto que sabemos que el asunto de las cachiporristas es nada más la punta de un problema mayor que se esconde tras la publicidad abusiva, la televisión y todas las demás formas de abuso con que el cuerpo de las mujeres es tratado y presentado como un objeto sexual y de consumo, pero entonces, si no empezamos por algún lado, si ahora mismo no le damos el interés debido a estos temas, ¿de verdad pensamos que un día va a suceder algo que como por arte de magia nos devolverá a las mujeres el derecho a negarnos con categoría y dignidad a ser vistas y representadas de esa manera? Yo creo que no, así como también sé que ahora mismo estaría optando a la hoguera por escribir sobre estas cosas si no tuviera detrás de mí la lucha de miles de mujeres (y algunos hombres) que a lo largo de la historia se jugaron la vida en aras de hacer valer nuestra dignidad y nuestros derechos.
¡No a todas las formas de abuso contra las mujeres!
¡No a la minimización de los problemas que nos atañen!
¡Qué nadie calle nuestra verdad...!