Anoche, durante la conmemoración del 21 aniversario del asesinato de los padres jesuitas y sus dos colaboradoras dentro de la UCA, como mujeres comprometidas con la justicia, la diginidad y el respeto a la vida nos manifestamos frente al Súper Selectos de La Sultana y luego distribuimos el siguiente manifiesto entre los participantes a la vigilia. Se los comparto y les pido su difusión a todas sus contactos y redes posibles.
MANIFIESTO, DENUNCIA Y EXIGENCIAS en torno a la muerte de Karen Yamileth Cordero.
Ante la muerte de Karen Yamileth Cordero Quintanilla, mujer, joven y en situación de pobreza, que murió electrocutada al ser “privada de libertad” por agentes de seguridad privada en las instalaciones del Súper Selectos del municipio de Mejicanos en la ciudad de San Salvador. Nosotras, mujeres de diversas procedencias, clases sociales y etnias
MANIFESTAMOS:
- Que NO podemos justificar la muerte de Karen Yamileth con la simple sospecha de que ella estaba robando. El empobrecimiento de nuestra población es la causante de desigualdades y exclusiones que provocan dichos sucesos. En dichas circunstancias, delito es dejar que nuestra población se muera de hambre.
- Que el Súper Selectos ha callado, y ha actuado con el poder que le da el dinero para silenciar y librarse de su complicidad en un crimen.
- Que el Súper Selectos ha ignorado el hecho de que tras la muerte de Karen Yamileth queda la situación emocional y económica que viven ahora sus familiares, particularmente sus 2 hijas y su hijo. A estas niñas y este niño ¿quién les va a proveer ahora de lo que necesitan para crecer y salir adelante en sus vidas?
- Que los empleados de las empresas de seguridad,o tal vez sería mejor decir, empresas de (in)seguridad agreden a las personas y actúan con total impunidad.
- Denunciamos que los grandes medios de (in)comunicación, tales como TCS, Canal 21, Canal 33, La Prensa Gráfica, el Diario de Hoy, etc, no solamente han callado la noticia (borrándola incluso de sus archivos electrónicos), sino que han intentado evitar que incluso en campos pagados se hable de ella, todo con tal de proteger los intereses del poder económico salvadoreño.
- Frente a las muertes de mujeres, de niños y niñas, de los salvadoreños, frente a la corrupción, frente al Estado autoritario y represivo, frente a la débil libertad de expresión; quienes poseen los medios de difusión de la información, exponen situaciones que pueden fortalecer el poder del grupo hegemónico salvadoreño y ocultan aquellos sucesos que pueden ser condenados, y que debilitan el status quo.
DENUNCIAMOS:
La militarización de la seguridad y la violencia sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. ¿Es la vida el precio que tenemos que pagar por esta “democracia” que tanto representamos? La solución a la violencia, ha sido más ejército y seguridad privada en las calles” en teoría para luchar contra la delincuencia, para devolvernos la libertad. Pero ¿qué libertad es esa? ¿La de hombres armados con licencia para matar y reprimir al pueblo?
La seguridad privada no está para cuidar a las personas, sino para proteger los intereses y las mercancías del poder económico. Pero consideramos que esto es una tergiversación del tema de la seguridad, porque en la declaración universal de los derechos humanos hay un apartado que habla específicamente de que "todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona", entonces, ¿por qué va a estar por encima de la vida de alguien la seguridad de una empresa?
No, ahora ya no nos lo creemos, en El Salvador la seguridad privada cuida los intereses de quienes les contratan y eso no incluye a las personas. Los hombres armados hasta los dientes que vemos por todas las calles de este país, afuera de los establecimientos, no nos protegen ni de la delincuencia ni de ningún otro peligro que atente contra nuestra seguridad, en El Salvador sus habitantes vivimos “bajo nuestra propia responsabilidad y riesgo” y si nos descuidamos de un momento a otro podemos pasar a ser víctimas de quiénes ponen por encima de la vida las mercancías y la propiedad privada.
En el Salvador la seguridad privada existe entonces para proteger al capital y silenciar con violencia nuestro grito por el derecho a la dignidad; existe para hacernos sentir sospechosas de ser pobres y jóvenes, sospechosas por ser mujeres y haber nacido en una sociedad machista donde tan sólo se nos ve como un objeto sexuado sin poder de decisión sobre nuestra vida. Con la seguridad privada hemos aceptado la militarización de nuestra cotidianidad.
El feminicidio que significa esta muerte. El Estado es cómplice y responsable si permite que la seguridad privada cometa estos atropellos hacia la integridad, vida y dignidad de las mujeres. Si por la ineficiencia manifestada desde hace años, para garantizar la seguridad a la que está obligado ha permitido, e incluso fomentado la existencia de grupos armados “legales” como son las empresas de seguridad.
Además, el ejercicio de estos grupos armados es violento y discriminativo, nos preguntamos si los mal llamados “agentes de seguridad” del Súper Selectos hubieran actuado de la misma manera, si Karen Yamileth no hubiera sido joven, si hubiera sido hija de una familia con dinero, si no hubiera sido mujer.
Entonces, no dudamos que esto es un feminicidio, porque en el momento que el Estado no brinda la seguridad que las ciudadanas necesitamos y no garantiza el acceso a la justicia de las víctimas de violencia; y además, desde una lógica de exclusión y discriminación permite que actores privados con permiso legal de portar armas actúen de manera arbitraria se convierte en cómplice del ejercicio de esta violencia. El Estado nos desampara ante tanta violación sobre nuestros cuerpos.
Ante la muerte de Karen Yamileth Cordero Quintanilla, mujer, joven y en situación de pobreza, que murió electrocutada al ser “privada de libertad” por agentes de seguridad privada en las instalaciones del Súper Selectos del municipio de Mejicanos en la ciudad de San Salvador. Nosotras, mujeres de diversas procedencias, clases sociales y etnias
Ante la muerte de Karen Yamileth Cordero Quintanilla, mujer, joven y en situación de pobreza, que murió electrocutada al ser “privada de libertad” por agentes de seguridad privada en las instalaciones del Súper Selectos del municipio de Mejicanos en la ciudad de San Salvador. Nosotras, mujeres de diversas procedencias, clases sociales y etnias
EXIGIMOS:
1. Que el Súper Selectos asuma su responsabilidad y se disculpe públicamente por el asesinato de Karen y asuma acciones de reparación para la familia, haciéndose cargo de la educación, la manutención y el cuido de las hijas y el hijo de Karen Yamileth Cordero.
2. Que el Súper Selectos revise sus instalaciones y quite los cuartos de seguridad de todas sus sucursales.
3. Que la empresa de seguridad del Súper Selectos asuma públicamente su responsabilidad en el asesinato de Karen.
4. Que la empresa de seguridad del Súper Selectos muestre públicamente cuáles son sus funciones y procedimientos de actuación.
5. Que los medios de comunicación asuman públicamente su responsabilidad en la muerte de Karen Yamileth por haber silenciado el suceso.
6. Que los medios de comunicación actúen con la independencia y libertad de expresión que tanto defienden y no se vendan a intereses alejados de las víctimas y que no oculten aquellos sucesos que inculpen y debiliten el status quo del poder económico salvadoreño.
7. Que los medios de comunicación dejen de manipular la opinión pública utilizando los medios de difusión como instrumentos de obediencia.
8. Que el Estado Salvadoreño regule las políticas, mecanismos y procedimientos, de las empresas de seguridad que operan en el país y aplique las respectivas sanciones por los abusos y atropellos que cometen contra la vida e integridad de las personas.
9. Que el Estado Salvadoreño retome sus funciones de garantizar la seguridad de la población y no las deje en manos de las empresas privadas, realizando acciones para el desarme de las empresas privadas y de la población.
10. Que el Estado Salvadoreño regule y supervisé las instalaciones y los procedimientos de actuación de los Supermercados.
11. Que el Estado Salvadoreño investigue las múltiples negligencias de las diferentes autoridades en el esclarecimiento, la investigación, el enjuiciamiento y la condena en el caso de la muerte de Karen Yamileth, para garantizar que paremos la impunidad en este país.
Le PEDIMOS a la Ciudadanía:
1. Qué denuncie estos actos de atropello a la dignidad y la integridad física de las personas.
2. Que se sume al Boicott al Súper Selectos.