A María de la Paz Cáceres...
Mujer «Positiva» con admiración y agradecimiento.
Hace unos meses, me encontraba descansando luego de una de mis habituales encuestas cuando ella se me acercó para conversar...
El clima, la gente, los hechos actuales, de cualquier cosa hablamos en más o menos 15 minutos... cuando de repente, con mi -también habitual- despiste no recuerdo cómo, pero la conversación tuvo un giro... yo pregunté algo sobre el qué hacer de la organización y ella mi miró a los ojos, hizo una pausa y me dijo «
porque tal vez usted no lo sabe pero yo soy positiva». Ajá, le dije yo... sin enterarme de lo que me decía... Ella sin percatarse de que yo no le había ni entendido me dijo «
lo sé desde hace 7 años, cuando mi marido murió de SIDA y yo tuve que hacerme la prueba para saber si me había infectado (...)» Me dio un vuelco el corazón, me quedé mirandola y no supe qué decir. Seguí alli sentada a su lado escuchando.
Cuando algo sobrepasa los límites de mi sorpresa o simplemente me toca profundamente simplemente tengo que escribirlo y por eso un día abrí este blog. Quiero decir, que lo que sigue es el relato de un «regalo» que nadie pretendía ofrecerme pero que como tal yo recibí. Para mi la confianza es un regalo, la verdad es un regalo, los ejemplos de vida son un regalo y a veces son tan especiales que les creo dignos de compartirse ampliamente...
María de La Paz me dió permiso para escribir y publicar este artículo. También para utilizar su nombre real y para compartir el audio donde se escucha una entrevista que el periódico «EL Faro» le hizo hace un tiempo. Se trata de su testimonio en breve, porque como ella bien dice, «
por contar, habría mucho más que decir, pero creo que con esto basta para tener una ídea de lo que quiero expresar (...)»
Como grupo social las «amas de casa» ha ocupado los primeros lugares entre la gente infectada por el VIH en El Salvador. La mayoría de ellas han sido infectadas por maridos que mantienen relaciones sexuales extramaritales -con el agravante- de hacerlo sin protección. Ma. de la Paz entra en ese grupo y se encontró cara a cara con este síndrome de una de las formas más duras: viendo a su esposo morir de SIDA y luego enfrentando ella misma el dificil diagnóstico: ser positiva o positivo.
Muchas gracias por permitirme contar y compartir este relato. Ahora más que nunca creo que -pase lo que pase- en definitiva «
la vida es lo que decidimos hacer con ella».
«Tengo 45 años. Me casé a los 30. Tengo 2 hijos y en febrero de hace 7 años mi marido murió de SIDA. Fui diagnosticada en marzo de ese mismo año. El proceso de aceptación de que «era positiva» fue muy dificil, me costó mucho aceptarlo, me parecía injusto y más injusto aún que mi marido estuviera muerto y no poder ser yo quien lo matara... fueron tiempos entre la incredulidad y la rabia. Afortunadamente sus hijos salieron negativos en la prueba pero a veces ella pensaba incluso en que tal vez la solusión era la muerte...
Pero pasó el timpo y un día decidí que iba a vivir un día a la vez, decidí ordenar mis prioridades y dar su lugar a la gente en mi vida. Eso no es fácil pero para mi era y es lo más importante.
Sin que yo lo buscara y sin que me lo hubiése podido imaginar nunca llegué aquí a trabajar activamente en el tema de VIH-SIDA. Por mi trabajo en el tema y por la gente que he conocido me han ofrecido viajes y conferencias en muchos sitios del mundo. Yo nunca he viajado pero en 5 años sólo acepté una invitación 8 días a Honduras y sentí que me hacían mucha falta mis hijos así que ya no viajo ni me hace falta. Mi vida está junto a la gente que quiero y que me quiere, la que me acepta... porque muchos me dieron la espalada, incluso algunos de mis hermanos. Tienen miedo y por eso yo no les busco.
La causa del SIDA es como todas las causas -por ahora- sin cambios relevantes. En 5 años, trabajando de lleno con gente como yo tan sólo he podido ver cambios en el lenguaje... pero la realidad es que nosotros siempre vamos a ser estigmatizados y discriminados... eso no cambia ni va a cambiar de la noche a la mañana. Yo he comprendido que no voy a cambiar el mundo pero que tengo un compromiso con mi vida y con la gente que quiero y que tanto me apoya y por eso para mi nada es más importante que el tiempo que puedo estar con ellos y la forma en que les hago saber que son importantes para mi y que les amo.
Para mi no importa cuanto tiempo me queda. He firmado una carta donde pido que no se prolongue mi vida si antes de que la enfermedad sea la que me mate llega una infección oportunista y lo hace... yo vi morir a mi marido. Estuve a su lado y lo vi irse... se iba y yo no podía detenerlo, no podía hacer nada para que no se fuera. Por eso, cuando llegue el momento no quiero que mis hijos o alguien más sufra lo que yo sufrí. La vida es hermosa y yo me siento viva. Estoy viva y mientras así sea voy a seguir disfrutando cada día como si fuera el último y trabajando por esta causa. Para mi lo más importante es la prevención, los jóvenes, que se protejan, que sepan, que conozcan del tema. Hay que hablar del VIH, hay que tener presente siempre los riesgos, la gente, especialmente los jóvenes tienen que aprender a protejerse»
Esas son las palabras de Mari, una mujer que no tiene miedo de que se sepa que ella «
es positiva», que actúa con prudencia nada más porque sabe que la discriminación es real, que la sociedad es inclemente, que los mitos sobre el VIH y el SIDA superan a la realidad en la mente de las personas y que por ello quiénes viven con la infección lo ocultan de una u otra manera.
El viermes 26 de junio de 2009 fue el día de la prueba nacional de VIH, trabajando en este proyecto llevo a cuestas el tema de la sensibilización y con el ánimo de ser consecuente decidí que era mi turno para hacerme la prueba. Por ser donante de sangre voluntaria cada año he tenido la certificación de que no padezco de alguna enfermedad en la sangre como Hepatitis C, VIH, anemia y otras, sin embargo tengo que reconocer que nunca jamás había ido hacerme directamente la «
Prueba de Elisa» ni la «
Wenster Blot» ni ninguna otra prueba para buscar concretamente la presencia de la infección de VIH en mi cuerpo y hayq ue reconocer que algo de temor se siente... Compartíamos con gente cercana que también se la hizo ese día que se nos habían alterado los nervios durante tanto en la consejería previa como al momento de conocer el resultado.
Aunque mi resultado fue negativo creo que ahora comprendo mejor por qué la gente tiene miedo de hacerse la prueba, porque aunque actualmente se sepa que un diagnóstico positivo no es una condena de muerte, saber que se tiene la infección y las transformaciones que se requieren en pro de una calidad que permita seguir viviendo requiere valor.
Sin embargo quiero terminar este posts con una invitación a informarnos y a protegernos. La campaña del Ministerio de Salud en este año se enfoca en la discriminación y nos recuerda en vallas publicitarias y mupis por toda la ciudad que: COMPARTIR ABRAZAR, TRABAJAR, ACARICIAR, BESAR... NO TRANSMITE EL VIH. No puede dañarnos estar cerca de alguien que es portador del virus pero sí podemos dañar y mucho con nuestro temor basados en estigmas sin mayor fundamento.
Positivo.... es quien vive. Positiva... es quien comparte. Positivo... es quien se informa. Positiva... es quien se cuida. Positivos y Positivas podemos ser todas y todos, en el sentido auténtico de la palabra y con la nueva connotación que la transformó un día en un diagnósitico...
AUDIO DE ENTREVISTA
Click sobre el siguiente enlace:
Soy María de la Paz y Tengo SIDA: http://archivo.elfaro.net/secciones/podcasts/vih.html
AUDIO:
Soy María de la Paz y tengo: VIH/SIDA
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Algunos enlaces:
Aumenta el sida en amas de casa
El SIDA en El Salvador - Diario CoLatino, junio 2009
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Gracias,
Ma. Ofelia