El sábado pasado (28 de julio) cerré junto a los alumnos del Centro Escolar Altavista el cíclo de jornadas preventivas que hemos venido desarrollando desde el mes pasado. Como cada que cierro en alguna escuela siento como un vacío... me da penita terminar.
Ese día, entre otros temas, hablamos de los sueños... de los que se sueñan mientras estamos despiertos, de los que nos hacen platicar con la esperanza y las ilusiones, de los que ocupan el lugar de la incertidumbre en que a veces vivimos cuando por distintas razones nos olvidamos de soñar ya sea por despiste o porque -cansados de las frustraciones- simplemente ya no queremos arriesgarnos más...
Pues bien, a los 13, 14.. 15, 16 "todavía soñamos, todavía esperamos" (como dice aquella canción) y ojalá, a cualquier edad nos atrevamos a continuar haciéndolo.
Para mi fue una grata experiencia conocer ese día ¿en qué sueñan esos chicos y esas chicas?, el ejercicio concretamente era de visualizarnos dentro de 5, 10, 15 años y realmente fue fantástico. Mayores coincidencias: La familia
"me veo con una familia ya formada, 1 ó 2 hijos (solamente)" uhm, para tratarse de adolescentes que viven en colonias populosas de esas donde los bebés parece que nacen cual flores en una maceta (por montones), me parece interesante. Educación formal:
"me veo con una carrera profesional" (MUY BIEN!!!), Migración:
"me veo viviendo en otro país" (España y Estados Unidos a la cabeza... Estados Unidos imagino que por tener familia allá y a la vez la perspectiva de 'hacer dinero' que 'en teoría' representa (aunque para eso a veces haya que estar dispuesto a jugarse literalmente la vida). España, este país según lo expresado me quedó claro que simplemente es una opción por un amor al fútbol... jeje, aunque claro, no nos vamos a engañar, con el panorama ofrece actualmente EL Salvador, mucha gente (como vemos hasta la muy pequeña) sólo mira la posibilidad de una vida digna emigrando, lo cual aunque no sea del todo cierto pues para ser muy honestos ¿qué tenemos que decir al respecto? si los hechos hablan por sí solos...
Aunque la polarización nos cuente cuentos de hadas; aunque el Ministro de Seguridad diga que no está de acuerdo con el informe que el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acaba de presentar y le 'obligue' a cambiarlo y a decir que fue un error lo que se allí se dijo desmintiendo así tanto a los investigadores que lo elaboraron como al mismísimo PNUD; aunque la ley que pretende no alarmar a la población ahora prohíba que los medios de comunicación que muestren todos los hechos violentos (sólo los más grandes y que no se pueden ocultar...); y aunque a quien le de la gana quiera tapar el sol con un dedo, pues qué vamos a hacer cuando la realidad grita, cuando los hechos no dejan lugar pero ni a las dudas...
Los medios de comunicación nos cuentan lo que quieren (en el entendido de que a que no nos muestran toda la verdad, ni todo lo que nos muestran es cierto...) pero los habitantes de este país (nacionales y extranjeros) caminamos cada día por las calles, nos subimos a los buses, conducimos por carreteras y aunque no haya carteles que lo digan, lo hacemos "bajo nuestro propio riesgo", por eso nos encomendamos a los dioses, a los santos, al cosmos o a quién sea para no sufrir un asalto o en su defecto, que no pase de eso. Claro, las estadísticas de la policía indican que prácticamente vivimos en el paraíso y que los que nos quejamos lo hacemos porque nos gusta quejarnos, pero la verdad es que por donde lo veamos, no se ve claro y es muy serio: ¿a dónde vamos?, ¿a dónde va este país?. La respuesta es dura, compleja, difícil. A mi, me da frío cuando lo pienso.
En mi barrio las últimas 2 semanas nos dejan el siguiente saldo mortal: 1 mujer y su sobrino con retardo mental mueren balaceados, 1 chico de 16 años muere a plena luz del día acribillado mientras subía hacia el boulevard, dos chicos mueren esa misma noche - en represalia por la muerte del anterior?, pues quién sabe... Han muerto 2 motoristas y un cobrador de las rutas de buses que me llevan a casa (a tiros dentro de sus unidades), y una familia completa (madre, padre y 2 hijos pequeños) tuvieron que salir escoltados por la policía de la noche a la mañana (literalmente) por amenazas que ponían en peligro sus vidas. Todo quedó atrás, su casa que construyeron mientras vivían en España, lugar donde sus 2 hijos nacieron hace algunos años, el negocio con que se mantenía la familia, las cosas, todo, ellos salieron llevándose nada más las ropas, y a seguir, como sigue la gente tan valiente y tan luchadora en este país. No hay regreso, ni posibilidad de que vuelvan por objetos olvidados, su vidas están de por medio.
"Seguro estaba metidos en algo" es lo que normalmente se escucha decir. Bueno, no lo sé. Sinceramente no lo sé. Pero lo que es a mí, eso no deja de tocarme profundamente, no dónde intento ponerme a hacer conjeturas y a pretender que el destino del mundo depende de mi pensamiento, sino donde duele ver las vidas cambiadas, truncadas, detenidas en un instante, porque hay quienes piensan que son sus dueños y que de ellos depende quién vive y quien muere.
Quizá por ello, el sábado pasado, cuando escuchaba a aquellos chicos contarme sus sueños, imaginar la línea en el horizonte y mirarse... 'vivos', mi corazón saltaba, mi alma se alegró con ellos y mi capacidad de "todavía esperar" se puso a tope, y esperé, y deseé con todas mis fuerzas que en 5, 10 ó 15 años, estos chicos todavía estén al menos con vida, que encuentren gente que quiera guiarles, que no se vean caminando por el lugar equivocado a la hora menos indicada... que concreten sus sueños, que aprendan de sus errores, que vivan el amor y el desamor, que las dificultades les vuelvan fuertes, que su creatividad les ayude a encontrar siempre nuevos caminos, que crezcan viajando, que encuentren amigos para toda la vida, que descubran una pasión por que bien valdría la pena gastarse la vida, que construyan familias, que se vuelvan hombres y mujeres de bien, pero sobre todo, en este país donde el absurdo nos acompaña cada día, que en 1, 2, 3, 5, 10, 15 años sigan vivos, con eso, por el rumbo que llevamos, ya será bastante. Por ahora, mi corazón simplemente canta quedito pero con fuerza...
"todavía cantamos, todavía pedimos, todavía soñamos, todavía esperamooooss".