Sucede a veces... dicen que normalmente es posterior a situaciones por ejemplo de guerra en algunos países, pasó en España, en Estados Unidos... en los años después del 45 (del siglo 1900) cuando la alegría de la paz hizo que los índices de natalidad subieran de forma extraordinaria llamándose luego, con el paso de los años a quienes nacieron en ese tiempo "la generación del baby boom"...
Yo qué voy a decir... ¿será por las edades a las que ya hemos llegado? (jeje) pero en lo que a mi concierne... a mi alrededor, con causas aún no definidas claramente (aunque mi primo Ronald está seguro de que el contagio se produce debido al agua cristal ;-D), y con la certeza de unos exámenes de laboratorio que han dado como resultado un sigo "+" en lugar de un signo "-" (...) se está llevando a cabo un auténtico "Baby Boom... y así, entre noviembre /2006 y enero/2007 hemos conocido el anuncio de que han comprado boleto para convertirse en padres y madres ya sean en versión segunda o tercera o como principiantes, los siguientes (en el orden que lo anunciaron):
Silvia y Edgardo (Santa Tecla), Jeannete y José (L.A., California), Kath y Miguel Ángel (Ahora en Sucre, Bolivia), Víctor y Marissa (La Cima, San Salvador), Oscar y Gloria (Lourdes, El Salvador), Flor y Rebollo (Mejicanos, San Salvador), y esto sin contar a quienes han anunciado estar haciendo los deberes respectivos para lograr aprovechar este tiempo en el que al parecer, los bebés están "en oferta"...
Creo que las nueva vidas siguen siendo el mayor signo de esperanza que en unos tiempos de tanta convulsión mundial podemos encontrar... por ello, también creo que es importante cuando le damos el valor que tiene, sin importar temáticas de índole tradicional o social, creo que no importa si se está "casados como Dios manada", "juntos sin papeles firmados" o si el nuevo ser viene como un regalo "inesperado" (...) al final, eso no será importante ni tampoco determinante. Ni una cosa ni la otra llevan a estar realmente listo o no… Lo que realmente contará es eso que pasa por nuestras mentes y nuestro interior al contemplar el milagro de una vida que empieza... y que al venir a habitar nuestros mundos particulares traen consigo la responsabilidad (para nosotros claro…) de ser sus compañeros de viaje mientras aprenden a ser, no lo que nosotros soñamos que sean, sino lo que ellos decidan ser y de estar a su lado a la hora de los aciertos y los fracasos.
Somos acompañantes pues… compañeros de ruta pero también responsables en distintas proporciones dependiendo de factores como: ser la madre, el padre (biológicos o no), los tíos, abuelos, amigos, hermanos, primos, padrinos, tutores, mentores, apoderados legales (;-D) etc.., etc., etc., y, que en la medida en que se asuma dichos roles modificará en todo, o en algo, la vida que hemos conocido hasta ese momento y que nos llevará a experimentar a su lado digamos pues que… un poquito… DE TODO... ternura, risas, desvelos, asistencia a eventos “canceladas”, noches de pasión postergadas, un retorno a las fiestas infantiles que algunos habíamos dejado un poco atrás… paciencias al borde de un barranco emocional… una repentina identificación y sentimiento de solidaridad con cuantos padres y madres vemos por allí con sus hijos e hijas pequeños…, cambios en los temas de conversación, quizá cambios en nuestra manera de ver el mundo sus prioridades…, cambios… cambios… cambios… todo como parte de lo que significará “amarle”, y para el nuevo ser, como parte de su vida... esa que ha venido sencillamente a vivir.
Un día, una madre de 7 hijos ahora adultos (muy sabia como la mayoría de madres) me dijo: para saber lo que es bueno o malo para un niño no hace falta ni tener experiencia como madre, ni haber criado a uno ó a 10… lo que sí hace falta es tener “sentido común” que es la mejor luz ante las decisiones difíciles… Yo creo, que ese sentido común es eso a lo que cada quien le da el nombre que prefiere… iluminación divina, luz interior, sabiduría… en fin. El punto: hay que pensar tres segundos (como dice mi papá) antes de actuar.
Para mi, como tía consagrada de tantos y tantas sobrinas en edades diversas, como siempre, un orgullo de saberme parte de un mundo cambiante, que para nuestra fortuna sigue los ciclos naturales que permiten que siga habiendo esas nuevas generaciones que nos relevarán dentro de algunos años que seguro cuando pasen recordaremos con un “abrir y cerrar de ojos” y nos preguntaremos ¿dónde se fueron?, por ello, mi ánimo es simplemente invitarnos a disfrutar juntos este tiempo sin dejar de pensar en el mundo que estamos construyendo y que será su herencia, a tomar muy en serio, todos y todas, nuestros respectivos roles respecto a las nuevas generaciones, porque de los valores y principios que les enseñemos, a precio de ejemplos y palabras dependerán las decisiones que como adultos, en su día, tomarán y que tendrán incidencia directa con el curso del mundo… su mundo y todo aquello que les rodee.
Vayan para todos y todas, mis muestras de la más profunda alegría... un abrazo muy grande y mi deseo para que este sean un tiempo lleno de dicha mientras disfrutamos juntos de "la dulce espera!!!" Con el amor de siempre... y que el Dios de la vida nos conceda los dones que sean necesarios para ser lo que nos toque ser en cada momento…La tía Mary