"La vida no vale nada
si no es para perecer
porque otros puedan tener
lo que uno disfruta y ama..." P. Milanés
Un concurso de la Alianza Francesa que se llamó "tengo 20 años en mi país" me regaló la idea para el título de este post.
Un día de arrumacos y otras cositas entre mi mamá y mi papá provocó una explosión fecunda que hizo posible esta que soy: de piel trigueña, colochos abundantes, ojos café, boca mediana, dientes pequeños, con senos grandes, pies chiquitos, cejas ralas, cara redonda, cachetes cachetones, genio y carácter, risa fácil y terquedad de mula... que fue como más o menos resultó aquella combinación...
Una tarde de septiembre del año en que Pablo Neruda dejaba este mundo y Quino decidía poner fin a la historia de Mafalda, a eso de la una y algo llegó mi cigüeña al Hospital Nacional de Maternidad... Surprise!, It's a Girl.
En aquellos tiempos nada de ultras que quiten la emoción ni dictaminen "de qué color va a ser la cuna", allí en medio del aterrizaje se conocía el asunto del sexo y en mi caso pues los allí presentes (menos mi hermano que simplemente se quejó alegando que él había pedido expresamente “un vadón”) seguramente deben haber dicho algo como lo siguiente: es una niña, o mejor: ¡Es una hermosa niña!; mi papá lo aseguró hasta el último día de su vida y hoy ya no hay manera de contradecirle, mi mami que estaba recién parida no puede ser objetiva al opinar ya que en esos vestidos segurito que una no puede tener fuerzas para discernir fusilerías y por eso queda nada más la imaginación y la mía que es a menudo mucha y abundante me dice que así segurito fue y que demás los doctores y las enfermeras deben haber dado brinquitos de alegría mientras decían "es toda una princesa" y por eso, 37 años después: ¡lo sigo siendo!. Feminista, sin estribos, imposible de amarrar, dominar o corregir, pero siempre con los colochos apricesados...
Un año después de aquella tarde mi mamá y mi papá organizaron “mi primera piñata” y de seguro aquello me debe haber encantado porque no tengo memoria de ningún cumpleaños en que no me haya gustado que todo el mundo se acuerde… Por eso, para evitar que a alguien se le olvide me tomo el trabajo de recordarles que el 5 de septiembre es mi cumpleaños!!
Estoy convencida de que en esa primera celebración me regalaron algún tipo de
conjuro mediante el cual “quedaba hechizada para que me guste eso de organizar festejos”, especialmente si se trata de cumpleaños de gente querida y muchísimo más si se trata de festejar con la gente que quiero mi cumpleaños... Y entonces… por eso… heme aquí en esta tarde lluviosa del 3 de septiembre del año 2010, dejando constancia en mi blog de que los 37 los quiero celebrar junto a la gente querida (y que vive cerca) comiendo pupusas y tomando café, por segundo año consecutivo en “La casa de Las Jacarandas” lugar al que quiero y en el cual comparto casa y vida con personas estupendas junto a las cuales este tramo del camino es tan pero tan placentero.
Esta semana, socializando “el río de mi vida” con mis amigas de Kali Naualia como parte del taller “Identidades Entrelíneas”, reflexionaba un poco la cascadas y remolinos que he encontrado en el recorrido de mis aguas, las rocas
donde me he apoyado para descansar o para ayudarme a no morir ahogada en un intento por seguir nadando mientras sorteo de vez en cuando aguas revueltas y desvíos. Pensaba también en las cataratas que han aumentado el agua en mi caudal y me han ayudado a ensancharme y tomar velocidades y rumbos insospechados, las vueltas al cauce, las aguas turbias y esas que sólo producen placer y ganas de quedarse en esa laguna nadando por algún tiempo; Les contaba como en tiempos de río revuelto rocas muy grandes me han hecho sentir segura y por eso al momento de pensar en todo lo vivido, lo realizado y lo conseguido para mí son las personas que he encontrado lo más importante y al hacer un recuento de “el río de mi vida” son rostros y nombres la razón por la cual no puedo siquiera imaginar qué sería ahora mismo de mí sin su presencia a lo largo o al menos por un tiempo en mi vida.
En septiembre del año en que nací, a mi padre se le hizo realidad el sueño de "tener una hija" y esa hija hoy llega a los 37.
En septiembre del año en que nací los gringos y sus títeres hicieron caer a Salvador Allende en La Moneda mientras la vida abría para mí una historia sin ni siquiera el borrador garabateado y me extendía una invitación a ser yo quien
escribe, quien edita y quien corrige en ella...
Las últimas palabras de aquel hombre símbolo de cómo la democracia ha sido pisoteada a antojo de voluntades en nuestros pueblos fueron entre otras las siguientes:
«Les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáremos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen... ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos »
Crecí en tiempos de revoluciones y dictaduras, América Latina era como un gran país con injusticias parecidas que fueron combatidas a muerte por mujeres y hombres valientes que creían en las utopías y luchaban por construir un mundo más digno de habitarse.
Desde ese septiembre del año en que nací estaba escrito que la vida y la muerte se conjugarían en mi existencia cual jugadores pasándose una pelota. Las injusticias me obnubilan y me es imposible permanecer indiferente y no abrazar las causas que luchan para transformar los símbolos de muerte en vida.
Es septiembre del año 2010 y 37 años han pasado desde aquellos acontecimientos de la historia que cada año celebran en versión de aniversario los mismos años que yo llevo dando guerra por el mundo, tengo que reconocer que esto que he tenido por vida “ha sido todo un lujo” y que por ello, en estas fechas siempre hago mío el canto de aquella Violeta que escribió "Gracias a la vida que me ha dado tanto".
Gracias como siempre a la mujer de mi vida que es mi mami y a mi papi que segurito el domingo va a organizar una piñata con pastel y todo allá en el cielo.
Doy gracias al Dios en el que creo por estos 37 años y a ustedes por ser mis rocas, mi apoyo, mi descanso, mi refugio, mi seguridad, mi alegría y mi mayor motivo para decir una y otra vez desde el fondo de mi ser que LA VIDA VALE LA PENA!.
2 Response to "37 años en el río de mi Universo..."
Qué linda reflexión. ¡Feliz cumpleaños! :)
Muchas gracias Lidia, un abrazo grandote y gracias por estar...!!!
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Gracias,
Ma. Ofelia